Merecido tributo vivo y en vida para Awilda Sterling Duprey

por Gabriela Ortiz Díaz |

De frente, la majestuosidad del escenario del emblemático teatro de la Universidad de Puerto Rico (UPR). En el reloj, poco más de las 7:30 de la noche del jueves, 11 de septiembre de 2025. Alrededor, todas las butacas del teatro ocupadas. Las personas que se dieron cita esa noche fueron parte del tributo ofrenda “Trazos: homenaje en movimiento vivo a Awilda Sterling Duprey”. Entre el público figuraban personas dedicadas a distintas disciplinas del arte. Y es que Awilda Sterling Duprey representa multiplicidad artística. Es performera, pintora, coreógrafa, figura esencial de la danza experimental puertorriqueña. Es más. Tanto en su trabajo creativo como en su transcurrir por la vida, acuerpa cadencia, espiritualidad, conciencia afrodescendiente, rebeldía.

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

La santurcina de nacimiento ha desarrollado una práctica interdisciplinaria que fusiona jazz, arte abstracto, movimiento moderno y tradición afrocaribeña, construyendo un lenguaje estético radical que trasciende géneros y generaciones.

En palabras de Awilda Rodríguez Lora, directora creativa de la pieza de movimiento experimental “Las juntas”, que formó parte del homenaje de esa noche a Sterling Duprey, esta maestra es “un ejemplo vivo de la resistencia a la colonización que aún en el siglo veintiuno nos impone reglas y límites a nuestres cuerpes y mentes”.

La velada inició con la proyección de un audiovisual que, narrado por la gestora de Trazos, Alejandra (Al) Rosa, presentó la biografía de la homenajeada, desde su nacimiento en Santurce, Puerto Rico hasta la mención de los reconocimientos internacionales que ha recibido Awilda Sterling por su “trabajo artístico experimental de más de 50 años, que la establecen como un referente ineludible en los estudios de socialización, creatividad, producción de conocimiento y estudios de performance y artes visuales en el mundo entero”, asegura la escritora Mayra Santos Febres.

A la proyección de la semblanza visual le siguió un extenso saludo protocolar que incluyó las palabras de María Elba Torres y Marianne Ramírez Aponte, codirectoras de Tiznando el país: visualidades y representaciones, proyecto a cargo de la organización del evento; la intervención de la Dra. Angélica Varela Llavona, rectora del recinto riopendrense de la UPR; y la lectura, por la representante Nellie Lebrón Robles, de una moción presentada en la Legislatura para reconocer la carrera de Sterling Duprey.

Luego, se presenció en el escenario el artista y creador Pepón Osorio, quien se emocionó al hablar del significado que tiene para él la homenajeada: “yo soy artista gracias a Awilda Sterling Duprey”. Finalmente, Al Rosa presentó “Las juntas”, título que refiere a la resistencia organizada en el siglo XVI por cuerpos negros, indígenas y blancos como acción rebelde para preservar la identidad colectiva de América Latina, explica Rodríguez Lora en el opúsculo del evento. 

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

Las luces bajaron aún más su intensidad. Los versos de la poeta Gloriann Sacha Antonetty Lebrón llenaron el teatro. Ella misma los declamó desde el público en honor a la maestra. 

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

El escenario estaba habitado por ocho artistas del movimiento, todos y todas empoderadas de sus cuerpos, todos y todas estudiantes de la Universidad de Puerto Rico o de la Universidad del Sagrado Corazón. A esta “manada de cuerpos”, como afirma Rodríguez Lora, la mueve el compromiso con “la experimentación, la curiosidad física, espiritual y rítmica de lo que es sentir la emancipación a través de la improvisación, los movimientos gestuales y la presencia”, mismos elementos fundamentales en la práctica artística de Awilda Sterling. “Las juntas” había comenzado.

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

Uno, dos, tres, diez segundos de rotundo silencio. Apareció luego el sonido de la percusión de los músicos Papo del Valle y Mariela Mendoza. Al ritmo de las congas, el barril, la batería y algún otro instrumento percusivo, poco a poco, comenzaron a moverse los ocho cuerpos. Los trazos corporales se desplegaron por todo el escenario, obligando a los espectadores a moverse en las sillas tras los pasos de quienes bailaban. La próxima hora estuvo contenida de un fluir libre de cuerpos disímiles y habilidosos. El vestuario ayudó a lucir esa libertad de movimiento. El ritmo provisto por las manos de los músicos sobre los cueros de congas y barriles fue el acompañante constante de ese discurrir del elenco por las tablas. El colectivo de artífices de esta pieza tributo se inspiró en cuatro obras performáticas de Awilda Sterling: “Maelo en el cuerpo” (2015), “Cosas de mujeres” (1992), “Rito” (2012) y “Reggaetón lento” (2009). La propia festejada fue parte de la pieza tributo con una aparición al final para redondear la línea de movimientos trazada por el grupo de estudiantes.

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

“Trazos: homenaje en movimiento vivo a Awilda Sterling Duprey” fue una invitación a sentir desde el cuerpo y a honrar a una de las creadoras más significativas del Caribe afrodescendiente. Contó con el respaldo y subvención de la Mellon Foundation y el Fondo Flamboyán para las Artes, y con el apoyo institucional de la Universidad de Puerto Rico y la Alianza de Museos de Puerto Rico.

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica

“Este homenaje me hace comprometerme con ser mejor persona”, dijo Awilda Sterling Duprey ante un público de pie en ovación y antes de que se cerrara el telón.

Fotografía: Stephanie Rojas Rodríguez (@camarar0ja) para Revista étnica